Podríamos jugar piedra, papel o tijera, a través del cristal. Apoyarnos en Stand by me, de Ben E. King, mientras acaricio el curvo recuerdo del tacto de tu pelo. Quiero que canten los demás, una versión fatal para el consuelo. Podríamos huir en los recreos, y ser lo que idearemos cuando seamos más viejos… Y, de pronto, mi alma en fragmentos. Se desliza por el tiempo esta puta onda expansiva, que es la sombra de la sombra de la sombra de su sombra. La siento en cada abrazo que busco, y en cada beso que encuentro. Necesito estar a oscuras para sentirme suficientemente lejos.
He estado pensando últimamente en aviones. Siempre siguen la ruta. Regresan a los aeropuertos. Nunca vuelan vacíos. Al menos, los que importan. He estado pensando en qué pintan ahí. Tan solo dibujan aire en el aire. Son caminantes. Pasos de gigantes que saltan capitales. He estado pensando otra vez. En los problemas pequeños y en las horas grandes. He estado pensando qué haría si estuvieras aquí. He estado pensando si es que pienso demasiado. Lo juro. He estado pensando.